Lo cierto es, que ambos equipos no le hacen gol a nadie, y no encontraron mejor forma de animar su precario espectáculo futbolero, cuando -por fin- el árbitro del partido Eugenio Simón (Brasil) hizo sonar su silbato; ambas bandas se enredaron a golpes y vivieron felices para siempre. Eso y algo menos, es el "fúlbox" que se practica entre equipos de miserable conclusión y resultados.
La Conmebol ya evidenció las tarjetas rojas de los dos pelotones. John "Tyson" Galiquio y Raúl "Supermán" Fernández, por Universitario de Deportes. Acaso los de Lanús no conocían los apodos de los cremas?
Del equipo granate, el árbitro expulsó a Agustín Pelletieri y Leandro Díaz.
El punto crítico, distinguido, reside en la psicología del futbolista y del hincha. Matan por ganar. Y si pierden? Igual no más, matan.
El vergonzoso final de este encuentro semi deportivo se emite a nivel mundial, y esta vez, no es de importancia la imagen de mutuas instituciones, sino la repercución que recala en los adolescentes afectivos al fútbol. O de lo que queda de este deporte.
1 comentario:
Es característico en los argentinos, la piconería.Pero lamentable la decisión final del arbitro Simón fue perjudicial para Universitario, sobretodo por Galliquio que no tiene sustituto.
Publicar un comentario